domingo, 18 de marzo de 2012

Princesa online

Descuelga el teléfono. En verdad hacía tiempo que no descolgaba el teléfono, ni nada similar. No, hacía tiempo que nadie la llamaba. Se había hecho ilusiones de la vida por internet, todo era una maravilla, comunicación sin límites. Claro que al final no comunicaba nada. Todo eran palabras, pero sin el contenido real que les otorga la calidez de una voz, su timbre, suavidad. Como unas sábanas recién puestas, blancas, como en las películas de los años anteriores a su nacimiento, esas que tanto le gustaban y por las que nadie dudaba de llamarla vintage, ya que se parecía a ellas, no sólo en aspecto, también en espíritu.

Y no le importaba eso, todo lo contrario. Le apasionaba vivir en un pasado actual, en una moda venida desde lo antiguo, pero rodeada de toda la tecnología moderna. Un mundo virtual, con corazones virtuales. Pero al final, como todos, ella también tenía sentimientos.

Se dejaba el alma en cada palabra que escribía, pero no encontraba respuesta en las miles que recibía. Era el silencio de lo absurdo: sólo el sonido de un teclado, de su música favorita, pero el frío. Ese frío. Nadie había sido capaz de acabar con él. La inundaba como el agua en la bañera, como el viento en un mal día de verano cuando le habían partido el corazón y sólo le quedaba escuchar las olas de un mar que sentía lejano aunque siempre había estado ahí. Era el unico sonido que la acompañaba cuando dormía y que le recordaba a otros tiempos felices. Donde no había tantas palabras, pero sí había calor.


Después de cien príncipes azules, prefería encontrarse un lobo que terminara el daño de mil besos malgastados. Pero nunca fue capaz de encontrar lo que buscaba, porque en el fondo sabía que lo que quería era un sueño. Y lo que menos deseaba era despertar.

Descuelga el teléfono.
-¿Pueden ayudarme? -quiso gritar, pero después de todas las palabras escritas, se había olvidado de su voz. Había olvidado lo que era una vida fuera de aquel cuarto.

Había olvidado tanto, que sólo le quedaba dormir escuchando el contestador automático de alguna persona con la que había hablado la noche anterior.

Un nuevo príncipe azul. Uno más para la colección.

1 comentario:

Abigail LT dijo...

Joder que Bonito,
me he emocionado muchísimo...
será que me siento tan identificada...
protagonista o algo así.
Aunque espero que mi final sea más feliz.

Besos artista.

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